Escribe José A. Valenzuela Fernádez
Consultor educativo y estudiante de la Maestría en Sociología
Esa pregunta disparadora es básica para reflexionar acerca del impacto que pueden tener las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) en los procesos de enseñanza-aprendizaje. En un contexto donde Internet ocupa un lugar muy importante para más de 2.000 millones de personas en todo el mundo, no es menos relevante que nos planteemos el potencial que la Red de Redes puede alcanzar en el ámbito educativo.
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La tecnología evoluciona constantemente. Así que verla como un producto finalizado sería incompatible con la realidad. En tal sentido, la definición misma de TIC está en continuo desarrollo. Sin embargo, para los fines de este breve escrito diremos que las Tecnologías de la Información y la Comunicación hacen referencia al tratamiento-distribución de información para generar conocimiento, principalmente con la ayuda de la Informática, el Internet y las Telecomunicaciones.
Un pequeño primer paso en busca de la excelencia educativa en nuestro país, sería el aprovechamiento de los recursos didácticos gratuitos que proporciona Internet. Aunque esto, desde luego supone una ineludible inversión en capacitación (profesionalización) docente, equipos informáticos e infraestructura que permita fluida conectividad.
También es hora de asumir que ninguna reforma educativa estructural puede ser barata. Y partamos de esa premisa para entender que los impresionantes logros económico-sociales obtenidos por países como Finlandia y Corea del Sur no sucedieron de la noche a la mañana, y sin una importante, continua y sabia inversión en Ciencia, Tecnología y Educación. Esos países, no siempre fueron desarrollados; 30 años atrás, su realidad era muy distinta a la de hoy. Podemos afirmar que mediante la excelencia educativa, han logrado la articulación curricular que permitió la formación de fuerzas productivas capaces de generar su desarrollo sostenible y sustentable.
Los docentes debemos caer en cuenta de que los estudiantes a quienes estamos acompañando en el proceso de su formación académica y personal, son por mucho, diferentes a quienes éramos nosotros a la edad de ellos. En consecuencia, es axiomático afirmar que el uso de las nuevas tecnologías, representan apenas un primer y fundamental acercamiento a la realidad de nuestros estudiantes, para desde ese estadio encarar la praxis educativa, la cual habrá de ser pertinente y significativa en función a los intereses y las motivaciones del alumnado.
Los docentes debemos caer en cuenta de que los estudiantes a quienes estamos acompañando en el proceso de su formación académica y personal, son por mucho, diferentes a quienes éramos nosotros a la edad de ellos. En consecuencia, es axiomático afirmar que el uso de las nuevas tecnologías, representan apenas un primer y fundamental acercamiento a la realidad de nuestros estudiantes, para desde ese estadio encarar la praxis educativa, la cual habrá de ser pertinente y significativa en función a los intereses y las motivaciones del alumnado.
José A. Valenzuela Fernández
Asunción, 5 de octubre de 2012
Asunción, 5 de octubre de 2012
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