viernes, 12 de octubre de 2012

El ideal del Estado de derecho democrático y su sociedad abierta, antes que por los terroristas del EPP, está amenazado por tragedias como las del Hospital del Cáncer


Periodista y profesor universitario

El más temible enemigo de las mayorías del Paraguay, quienes ansían la construcción sólida del Estado de derecho democrático y de la sociedad abierta (plural y con justicia e igualdad creciente de oportunidades), no es la banda terrorista autodenominada EPP. Los sicarios ultraideologizados que lo integran, con creciente apoyo logístico y entrenamiento “especializado” del exterior, lamentablemente por cierto, están en su papel de terroristas.




Don Perfecto Silva Sánchez, de 51 años de edad, falleció
en la noche del jueves 24 de mayo, esperando su estudio
de radioterapia cuyo turno le dieron recién para el 29 de julio de 2012

Los del EPP no son luchadores revolucionarios y aprovechan cada ejemplo de la inhumanidad extrema de nuestra demencial politiquería. Por ejemplo, les favorece en su tramposa propaganda la tragedia que padecen a diario los compatriotas enfermos de cáncer, que a ese terrible mal deben sumar las inhumanas limitaciones del también autodenominado Hospital del Cáncer (ver http://www.abc.com.py/edicion-impresa/locales/penuria-dolor-e-impotencia-siguen-soportando-enfermos-del-cancer-461641.html, y también el dramático vídeo producido por el mismo medio de prensa: http://www.abc.com.py/multimedia/cancer-en-el-paraguay/).

Un Estado de derecho democrático debe enfrentar al EPP, en serio y con responsabilidad, es decir capturar a sus jefes, cuadros y “gatillos y bombas fáciles”, y neutralizar definitivamente a la banda, recurriendo al legítimo monopolio del uso de la fuerza que es uno de los atributos del Estado, en el marco de la Constitución y las leyes, sin terrorismo de Estado. Una vez reducidos,  sus integrantes deben ser sometidos al debido proceso del juicio justo, el que no dieran a ninguna de sus víctimas, empezando por varias de las que fatalmente resultaron asesinadas por ellos, con premeditación y alevosía criminales.

Desde la seguridad este gobierno tampoco está haciendo nada serio para neutralizar la amenaza del EPP y tampoco tenemos una Justicia en proceso de verdadero y permanente cambio para mejor, como exige Temis-Astrea.

En tal contexto, uno de los más temibles enemigos en la dura tarea de hacer realidad el ideal de la perfectible democracia es la desatención desalmada de las necesidades básicas del pueblo sin recursos, en cuestiones de primerísima urgencia como deben ser los pacientes del cáncer, agravado este por la metástasis de la imperante y siempre agravada politiquería.

Siendo presidente, Fernando Lugo no se hizo atender en el Hospital Nacional del Cáncer. Como privilegiado “revolucionario” que supuestamente era, y “teólogo de la liberación”, además, acudió al Sirio-Libanés de San Pablo y no sabemos con qué recursos…  Si su sucesor en el Palacio de López tuviese la desgracia de padecer el terrible mal que sufren tantos compatriotas, miserabilizados materialmente por sucesivos malos gobiernos, amable y sufrido lector: ¿dónde cree Ud. que se haría atender? ¿En el Hospital Nacional del Cáncer o en el Sirio-Libanés?

Sugerencias prácticas para enfrentar de inmediato esta violación perversa y estructural de los derechos humanos fundamentales en nuestro país:

Reasignar presupuestaria y urgentemente al Hospital del Cáncer los 2 mil millones de guaraníes que hace poco se autoasignaron los senadores para dilapidarlos en “propaganda”.

Hacer lo mismo con las multimillonarias autoasignaciones que para “gastos reservados” (sin control alguno y supuestamente para cuestiones de seguridad) el presupuesto destina a los poderes legislativo y judicial, y a numerosos órganos extrapoderes e instituciones oficiales, sin justificación válida alguna, pues solo le corresponden al Ejecutivo tales partidas, las que deben ser escrupulosamente controladas tomando en cuenta las exigencias propias derivadas de la seguridad.

Instar a las autoridades y componentes de las élites nacionales (estas deberían seguir el ejemplo de la nueva filantropía inaugurada por Bill Gates y otros megamillonarios norteamericanos y del mundo) a dar el ejemplo en materia de austeridad, practicando la ética calvinista del trabajo eficiente y de la frugalidad en las costumbres, sin que de ello se derive que deban seguir el ejemplo de vida de la Madre Teresa de Calcuta, tan reverenciada por tantos, de labios para afuera.

Si, como sabemos, “la supercarretera al infierno está pavimentada de buenas intenciones”, el tren bala que conduce a la ingobernabilidad de las ya de por sí endebles “democracias”, de muy baja calidad al estilo de la nuestra, lo que es una de las manifestaciones del “Estado fallido”, tragedias como la del Hospital del Cáncer inexorablemente nos llevan, en el mejor de los casos a caudillismos populistas, mesiánicos, autoritarios y con rasgos totalitarios, de los cuales tantos ejemplos tenemos hoy en la región.

Antes de depositar en la urna nuestro voto, en las próximas elecciones, que con “listas cerradas” y sistema de cómputos de coeficientes electorales, apenas serán “votaciones”, debemos recordar muy bien la trayectoria de cada angelical, producido y sonriente candidato de cualesquiera de los partidos “partidócratas”, tanto de los tradicionales como de los más nuevos. Estos, sin poseer ninguna de las escasas virtudes de los más antiguos, en muchas ocasiones les superan en deficiencias graves. Un ejemplo es la administración anterior, que en materia de malos ejemplos ya empezó a ser seguida por el actual gobierno, surgido del constitucional juicio político del 21-22 de junio pasado.


JLSG
Asunción, a miércoles 10 de octubre de 2012

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