domingo, 9 de diciembre de 2012

Realidad social, desigualdad, política y proyecto país ¿Cuál es el lugar de la Universidad?

Javier Numan Caballero MerloSociólogo y docente universitario.

JUNIO DEL 2012: EL SlNTOMA, CURUGUA­TY: ¿17 MUERTOS?

En la descripción cualitativa antropológica emic (desde la mirada del otro) o etic (imponiendo la mirada
del investigador y sus categorias) de los acontecimien­tos o sucesos de ese día, se presentan diversas interpretaciones desde diferentes posiciones. Lo que toda la ciudadanía sabe sin duda alguna, es que ese dia la vida valió muy poco, y que hubo 'muertos', de paraguayos, de instituciones públicas, campesinos, y policías. Quién dio las órdenes, el primer tiro, la pri­mera provocacion, si estaba preparado, premeditado, si el resto fue venganza, si se contaba o no con el apoyo o venia del Gobiemo -algunas de sus principales autorida­des y referentes al menos- en pleno, o partes del mismo, etc., siguen siendo objeto de discusión, investigación y posicionamientos. Casi llegando a los mismos ribetes del mito urbano sobre si Argaña fue o no asesinado al igual que los jóvenes en las plazas frente al Cabildo en marzo de 1999. (Leer todo el artículo)

Obs.: El artículo fue escrito para la revista Cuadernos Pedagógicos - UCA - Filosofía y Ciencias Humanas - Noviembre 2012. 

La prensa paraguaya y los designios de Bauman


Abogado y estudiante de la maestría en Sociología

El inicio del tercer milenio dinamizó la palabra postmodernidad hasta dotarla de una sensación de movimiento constante. En esta larga locomotora en que los últimos e incómodos vagones son los rezagados países en vías de desarrollo, cada pasajero percibe de manera directa o indirecta los cambios culturales como el clima imprevisible que ejerce su influencia sobre nuestro viaje.

En la transición de la modernidad a la postmodernidad los comunes elementos de histórico desarrollo, como las transiciones políticas y el cambio generacional, han generado varias interrogantes sobre la función social de los intelectuales a nivel mundial. Hoy, a cincuenta años de las manifestaciones de Sartre y Camus sobre este tema, encontramos la distinción del sociólogo polaco Zygmunt Bauman, consistente en dos tipos de intelectuales: los legisladores y los intérpretes, quienes como pertenecientes respectivos a los dos periodos citados, son casi símbolos de su época. De ellos, Eduardo Fidanza nos dice: Los primeros hacen afirmaciones de autoridad que arbitran y resuelven controversias; sus dictámenes son considerados correctos y vinculantes, y se legitiman por un conocimiento superior, universalmente aceptado. Los intérpretes ejecutan, en cambio, una traducción de enunciados entre tradiciones distintas. Así, se adentran en lo diferente tratando de descifrarlo. Practican la hermenéutica antes que la autoridad. En sentido político encontramos al primer personaje inserto en un mundo duro y belicoso, con gran carga de autoritarismo, mientras que el intérprete pertenece a un época menos rigurosa y con mayor desarrollo democrático, lo que posibilita la aparición de situaciones y hasta fenómenos dignos de ser interpretados. Uno de ellos sería la tecnología y su influencia en la comunicación de las personas, que adosa complejidad a la vida del ciudadano común.

La labor de estos dos intelectuales caratulados se debate entre la teoría y la realidad, lo ideal y lo concreto, el “deber ser” y el ser verdadero, pero sin encontrar un vínculo práctico entre estos dos campos de acción. Si asumimos que un intelectual es cualquier persona con cierta formación académica que ejerce una función laboral a partir de su intelecto, podemos decir que los medios de comunicación se sustentan en ellos.

Sin embargo lo que nos dice Fidanza es que la función intelectual no acompaña el vértigo de los tiempos, y para revertir la situación sugiere que este oficio debe esforzarse por entender en lugar de dictaminar. Penetrar en lo distinto y lo nuevo en vez de invalidarlo. Estudiar, sin prejuicio, las condiciones y tendencias que despuntan. No aferrarse a las afirmaciones genéricas, si impiden el discernimiento de lo particular. Admitir las racionalidades diversas, las creencias extrañas, las ceremonias y los ritos ajenos. Es decir, se debe acompañar los cambios culturales y tener la capacidad de reconocer nuevos paradigmas.

Enfocando la cuestión en nuestra realidad cabe preguntarse: ¿es la prensa paraguaya legisladora o intérprete?.

Tomando como paradigma la prensa escrita encontramos una gran plataforma donde surgen manifestaciones de todo tipo: crónicas, editoriales, columnas de opinión, investigación y hasta páginas de humor que resaltan de manera tragicómica situaciones de la realidad nacional. A mi entender en estas modalidades periodísticas se desarrollan en paralelo las dos distinciones baumanianas, e inclusive en algunos casos se fusionan en una sola manifestación, en un solo “intelectual” que sigue una corriente ubicando sus ideas en la interpretación de costumbres y hechos sociales y las normas que las gobiernan. Esto en gran medida puede encontrar su causa en el descrédito de conocimientos y valores de aspiración universal, propio de los tiempos en que vivimos.

Por otro lado, considerando los programas televisivos sin incluir los noticieros, se reconoce un prototipo de programas de entretenimiento frívolos que se esfuerzan en interpretar los gustos y preferencias de los televidentes con el sencillo objetivo de ofrecer el producto que deseen (sin importar su calidad ni contenido) para venderlo y gobernar el ráting que propiciará un buen flujo publicitario traducible en ganancias monetarias. No existe intervención intelectual alguna en este caso, simplemente se trata de una común situación propia del paso de una economía de producción hacia una economía del consumo.

En cuanto a los noticieros no puede afirmarse que practiquen un análisis propositivo suficiente para calificarlos de intérpretes. Se limitan a comunicar hechos, informar con ánimo fanfárrico y tendencia amarillista sin mucha técnica pero con capacidad de impresionar a la teleaudiencia. Entiendo que también existen programas de entrevistas a actores públicos donde se debaten ideas y se profundizan los temas que ocupan, pero ignoro sus características en detalle como para emitir un juicio sobre ellos.

Encuentro la clasificación de Bauman sumamente válida como punto de partida para valorizar el oficio intelectual, cuestionar su vigencia y realizar una llamada de atención que permita fortalecer y sobre todo dar utilidad al vínculo entre lo ideal y lo real. Estos dos estadios deben relacionarse íntimamente para un conocimiento cabal de una sociedad encaminada a su progreso. Al final, parafraseando a Barrett, concluyo que un intelectual completo será aquel que además de la capacidad de su intelecto también tenga sentimientos.



viernes, 7 de diciembre de 2012

La escuela pensante*


Por María de la Paz Peña, Asesora de Paraguay Educa
Los educadores, a lo largo de la historia, han señalado de manera exhaustiva el camino a seguir para el mejor aprovechamiento de ese espacio cerrado que se ha denominado escuela. La palabra escuela se origina en el griego, con un significado y connotación lúdicos, como sitio de diversión, ocio, tiempo libre, contrariamente a lo que sucede en la escuela tradicional.
Foto de Abc Color
El mismo vocablo transformó, sin embargo, su significado en la acepción latina de escuela como lección, más a tono con la interpretación presente. En la Edad Media y principios del siglo XIX, los sistemas educativos se basaban en su mayoría en un modelo de alumno-mentor y, en muchos casos, era privilegio de unos pocos. Hoy, observamos los sistemas educativos con una intención de abarcar a la mayor cantidad posible de niños y niñas, distribuidos en grupos etarios y por grados y la departamentalización de las disciplinas con un currículo rígido sujeto a pocos cambios según las necesidades del momento y del interés del alumno. Asimismo, el Estado, como representante del pueblo, tiene intenciones de garantizar que los miembros de la sociedad a su cargo reciban una educación gratuita y de acuerdo a las exigencias del momento. Uno de los objetivos sería, sin duda, cerrar la brecha de la desigualdad, asegurando que todos los que acceden al sistema educativo obtengan las habilidades necesarias para participar en el desarrollo económico y cultural de su país. Es también la escuela un espacio de socialización, así como una maquinaria de homogeneizar infantes y adolescentes. En este interés de universalización y de logros cuantificables a corto plazo cae el sistema educativo en el error de centrar sus esfuerzos en aquellos niños que, a criterios subjetivos, son considerados más aptos a ser moldeados a merced del maestro de turno
Cabe preguntarnos qué sucedió con la influencia de pensadores y educadores como J. Rousseau, John Dewey, María Montessori, J. Brunner, quienes contribuyeron a que las apreciaciones que se tenían de la infancia y del aprendizaje fueran cambiando y se considerara al niño como sujeto de un proceso de crecimiento por etapas, cada una de ellas con maneras diferentes de abordar el conocimiento. Los trabajos de sicólogos y matemáticos, como Jean Piaget y Seymour Papert, quienes describieron las sucesivas etapas evolutivas del niño y los espacios propicios para que el niño tenga la oportunidad de crear conocimiento. Todos ellos y muchos más insistieron, de manera enfática, como prediciendo lo que ocurriría en las aulas, que el conocimiento lo construye uno mismo con exclusiva participación en la misma experiencia. Pero por lo observado en las aulas de hoy día, pareciera que las descripciones, observaciones e investigaciones de todos ellos no fueron tenidas en cuenta.
Observando desde afuera, pareciera que no se ha comprendido a estos grandes pensadores y estudiosos de la infancia y adolescencia que nos indicaron cómo debería ser el “ethos” del aula. Menciona David Perkins (Harvard University) que la denominación ideal de ese espacio debería ser la de “escuela Inteligente”. Pero para pertenecer a ese grupo de escuelas necesitamos educadores visionarios, que desafían día a día a los niños a encontrar un uso apropiado del conocimiento y de la información que reciben de manera exponencial y acelerada. La escuela, volviendo al origen griego de la palabra, deberá ser el lugar de diversión, donde el pensamiento ocupe un lugar único. Es decir, estrategias de aprendizaje donde el pensamiento sea la única “materia” del plan educativo. Esa materia “pensamiento” será la que propiciará una comprensión de aquel contenido curricular, información impresa, verbal, hoy día, digital. Podríamos preguntarnos de qué nos puede servir obtener y compartir información con los alumnos si su comprensión y uso correcto de la información no forma parte exclusiva y sistemática de la actividad en la escuela. Los contenidos curriculares y la participación de los actores, considerados en algunos casos los más importantes, como ser los maestros y los administradores educativos, no han dado muestra de estar articulados sistémicamente alrededor de una “enseñanza para la comprensión” (Teaching for Understanding, Project Zero, Harvard University), y con la práctica en el uso de esa comprensión.
Es fundamental poner a la “comprensión” en el centro y como único movilizador de toda la innovación educativa, eliminando sin perdón alguno, a la memorización, al copiado, a la decodificación sin codificación, a la repetición. Es decir, a la ausencia de creatividad y originalidad tanto del alumno como del maestro. Sin embargo, en los lugares del mundo donde las innovaciones educativas son urgentes, los desafíos siguen intimidando a los responsables directos. Las soluciones al problema educativo no se basan en la inversión económica únicamente, ni a ofrecer nuevos y cautivantes espacios de aprendizajes para los maestros. Es imperante ser bien precavidos a la hora de hablar de capacitaciones. De hecho, nadie capacita al otro; cada uno se capacita a sí mismo. Podríamos caer en la cuenta, y una vez más será tarde, de que la comprensión como elemento único y justificado de todo el aprendizaje, la razón de ser de la escuela, sigue ausente.
Los avances pedagógicos experimentales y un gran número de investigaciones en el área de la neurociencia indican que los cambios curriculares, el conocimiento disciplinar, las horas de presencia física en la escuela no son suficientes para un desarrollo de pensamiento de orden superior. Por tanto, las transformaciones educativas serán útiles y duraderas en la medida que la creatividad, la imaginación y la innovación sean parte de la cultura escolar. De ser así, los niños estarían preparados para afrontar los desafíos del siglo XXI y sus espacios de aprendizaje podrían ser llamados “escuelas pensantes”
*Artículo publicado en Abc Color, el domingo 2 de diciembre de 2012

jueves, 15 de noviembre de 2012

SOMOS TUMA


Por Orlando Aguirre
Candidato a Licenciado en Sociología por la Universidad Católica de Asunción
Artículo de El Portavoz


Adolfo Ferreiro, que antes del 22 de junio era un abogado, periodista y demás, saltó a la notoriedad pública por la defensa a Fernando Lugo en el juicio político que lo destituyera, pero se hizo más famoso por el debate televisivo que le tuvo con Oscar Tuma, que era el encargado de realizar la acusación al entonces presidente, por darle una verdadera cátedra de intelectualidad y algo más: una lección de sentido común.


FOTO: Fan Page Facebook Oscar Tuma. http://www.facebook.com/OscarTuma?fref=ts

El día 8 de noviembre, en el marco de las campañas electorales para las elecciones del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía de la Universidad Católica, Ferreiro fue a dar a los estudiantes una conferencia sobre ideología y universidad, en la cual se rescata una frase importante: “Aquí en Paraguay se han cometido barbaridades por las cuales yo no entiendo por qué los del Centro de Estudiantes de Derecho no están quemando cubiertas en la plaza. No te puede venir a decir un parlamentario que si no se le prohíbe a los perros la salida del país no van a pagar su IVA, no es luego ni al extranjero, sino al paraguayo. No es posible que por no pagar tu IVA te impidan salir del país, es una violación a derechos fundamentales de todo individuo, ¿Dónde está entonces la libre circulación? ¿Dónde está la libertad? Independientemente a que sea de derecha o izquierda, existen barbaridades contempladas en el orden establecido y nadie dice nada, entonces, eso me lleva a suponer que éstas cosas suceden porque lo único democrático e igualitario es la educación: el rico va a un mejor sanatorio y tiene un mejor auto que el pobre, pero la educación de ambos es una porquería”.


No lo pudo explicar mejor, no pude evitar pensar en Oscar Tuma cuando lo dijo.
Ferreiro había mencionado que lo dicho por el parlamentario no era culpa del mismo, sino que era una resultante de un modelo de educación que se tiene y de una sociedad que admite barbaridades. 
Esas barbaridades, también pueden ser entendidas como tal en las expresiones del diputado Tuma en la última semana donde demuestran que a los paraguayos/as ya no nos importa casi nada, a tal punto de aceptar que una persona asuma públicamente que trafica influencias para posicionar a personas en cargos públicos, violando todo principio constitucional y del tipo de la concepción de administración de un estado con tenor liberal y de cualquier otro estado, en el cual no debe ser pensado como una agencia de empleos, sino como un mecanismo de gestión de políticas públicas a favor de todos/as.
Nadie, ni en el país más inculto y menos siendo un “representante” de la ciudadanía, puede salir a decir públicamente “a la prensa no hay p… que le calce”. Por más que los medios de prensa de gran porte no generen opinión pública, no se puede caer en materializar una opinión de tal forma, a menos que ésta idea ya sea socialmente aceptada y que de verdad a nuestra sociedad ya no le importe nada y pase a un estado de hibridez donde todo viene y va.
Lo que más asusta es que aún existe gente que obvia el detalle menor del tráfico de influencias de Tuma, ese no es un vicio menor, todos lo han hecho, no existe mucha diferencia entre Camilo Soares y el caso de los “coquitos” y las declaraciones de Tuma, son los mismos hechos, de igual manera ambos nos roban o nos han robado. 
El problema de la educación sumado a las declaraciones de Tuma va de la mano y tienen una raíz estructural y profunda. Los liderazgos son mesiánicos y fomentan la prebenda y el “zoqueterismo”, tanto en la derecha como en la izquierda. La intelectualidad está muerta y el nacionalismo de derecha e izquierda pulula sin sentido, se mezcla agua con aceite en términos intelectuales, se mal entienden las cosas y se hacen como se pueden hacer las cosas. El “así nomás” es moneda corriente aún.
Es urgente tomar medidas para paliar estos problemas, pero ante todo, tomar conciencia de que las autoridades que tenemos son nuestras caras al exterior, son las que nos representan no solo en una institución llamada congreso, sino que las leyes que votan son las leyes que luego se convierten en cartas credenciales ante el mundo. 
Cuando Tuma dice libremente que trafica influencias y nadie responde, todos aceptamos. Cuando usted ve que se está efectuando el pago de una coima (o usted mismo comete ese hecho), usted se convierte en un Oscar Tuma, usted le da legitimidad a su representante porque hace lo mismo que el.
En definitiva, hoy más que nunca, todos somos Tuma, porque nuestra educación es una porquería.


lunes, 15 de octubre de 2012

La paradoja de la libertad y de la intervención estatal (Karl Popper)

Abogado y Estudiante de la Maestría en Sociología

La libertad, si es ilimitada, se anula a sí misma. La libertad ilimitada significa que un individuo vigoroso es libre de asaltar a otro débil y de privarlo de su libertad. Es precisamente por esta razón que exigimos que el estado limite la libertad hasta cierto punto, de modo que la libertad de todos esté protegida por la ley. Nadie quedará, así, a merced de otros, sino que todos tendrán derecho a ser protegidos por el estado.

A mi juicio, estas consideraciones, destinadas originalmente a aplicarse a la esfera de la fuerza bruta o de la intimidación física, deben aplicarse también a la económica.  Aun cuando el estado proteja a sus ciudadanos de ser atropellados por la violencia física (como ocurre, en principio, bajo el capitalismo sin trabas), puede burlar nuestros fines al no lograr protegerlos del empleo injusto del poderío económico. En un estado tal, los ciudadanos económicamente fuertes son libres todavía para atropellar a los económicamente débiles y de robarles su libertad. En estas circunstancias, la libertad económica ilimitada puede resultar tan injusta como la libertad física ilimitada, pudiendo llegar a ser el poderío económico casi tan peligroso como la violencia física, pues aquellos que poseen un excedente de alimentos pueden obligar a aquellos que se mueren de hambre a aceptar “libremente” la servidumbre, sin necesidad de usar la violencia. Y suponiendo que el estado limite sus actividades a la supresión de la violencia (y a la protección de la propiedad) seguirá siendo posible que una minoría económicamente fuerte explote a la mayoría de los económicamente débiles.

Si este análisis es aceptado entonces la naturaleza del remedio salta a la vista. Deberá ser un remedio político, semejante al que usamos contra la violencia física. Y consistirá en crear instituciones sociales, impuestas por el poder del estado, para proteger a los económicamente débiles de los económicamente fuertes. El estado deberá vigilar, pues, que nadie se vea forzado a celebrar  un contrato desfavorable por miedo al hambre o a la ruina económica.

Claro está que eso significa que el principio de la no intervención, del sistema económico sin trabas, debe ser abandonado; si queremos la libertad de ser salvaguardados, entonces deberemos exigir que la política de la libertad económica ilimitada sea sustituida por la intervención económica reguladora del estado.

Quisiera añadir ahora que la intervención económica, aun mediante los métodos graduales, tiende a acrecentar el poder del estado. Se desprende, pues, que el intervencionismo es en extremo peligroso. Esto no constituye, sin embargo, un argumento decisivo en su contra, pues el poder del estado, pese a su peligrosidad sigue siendo un mal necesario. Pero debe servir como advertencia de que si descuidamos por un momento nuestra vigilancia y no fortalecemos nuestras instituciones democráticas, dándole, en cambio cada vez más poder al estado mediante la “planificación” intervencionista, podrá sucedernos que perdamos nuestra libertad. Y si se pierde la libertad, se pierde todo, incluyendo la “planificación”. En efecto ¿por qué habrán de llevarse a cabo los planes para el bienestar del pueblo si el pueblo carece de facultades para hacerlos cumplir? La seguridad sólo puede estar segura bajo el imperio de la libertad.

Se observa, así, que no sólo existe una paradoja de la libertad, sino también una paradoja de la planificación estatal. Si planificamos demasiado, si le damos demasiado poder al estado, entonces perderemos nuestra libertad y ése será el fin de nuestra planificación.


SOBRE EDUCACIÓN INCLUSIVA

Consultor educativo y Estudiante de la Maestría en Sociología

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) define inclusión, como "un proceso de abordaje y respuesta a la diversidad en las necesidades de todos los alumnos a través de la creciente participación en el aprendizaje, las culturas y las comunidades, y de la reducción de la exclusión dentro y desde la educación". Esta claro que la conceptualización de Educación Inclusiva hace un fuerte énfasis en la idea de que TODOS los/as niños/as y jóvenes deben tener condiciones y oportunidades de aprendizaje, aún más allá, de la atención a las Necesidades Educativas Específicas para las personas con discapacidad. El citado paradigma de inclusión no es vivenciado en varias escuelas y colegios de nuestro país. 

En esta ocasión nos referiremos a los casos en que instituciones educativas expulsan a estudiantes considerados "indisciplinados". Éstos son excluidos, a pesar de que en la Declaración Universal de los Derechos Humanos se garantizan la no discriminación (Art. 7) y la Educación (Art. 26). Asimismo, la Constitución de la República del Paraguay (1992) en su Art. 46, sobre la igualdad de las personas, menciona que "Todos los habitantes de la República son iguales en dignidad y derechos. No se admiten discriminaciones (…)"; También en el capítulo VII de la Educación y la Cultura, los artículos 73, 74,75 son precisos al indicar el derecho a la educación y sus beneficios. 

Las escuelas y colegios que expulsan a alumnos por problemas disciplinarios no toman en cuenta que estos estudiantes son los que más necesitan de la Educación; por tanto, resulta absurdo apartarlos. Solucionar esta problemática requiere un planteo pedagógico inteligente y coherente con los fines y objetivos de la educación. El Art. 10 de la ley Nº 1.264 General de Educación que enuncia los principios de la Educación paraguaya menciona "(…)el rechazo de todo tipo de discriminación(…)". 

El trabajo conjunto de padres, profesores, estudiantes y vecinos de instituciones educativas, a través de proyectos educativos con énfasis en valores, es urgente. Sin un enfoque holístico no se solucionan problemas, que de hecho, son estructurales. Podemos creer que expulsando del colegio a adolescentes que tuvieron relaciones sexuales en la vía pública, no se les enseña mucho sobre salud reproductiva ni sobre responsabilidad. 

Sin soberbia y con justicia, el Paraguay debe restablecer el imperio de la ley en el Mercosur, avasallado por la prepotencia “bolivariana”, y defender con firme serenidad su dignidad e intereses nacionales

Periodista y profesor universitario

Los “aprendices de brujo” del Merc-Unasur, después de haber sucumbido a la potente intoxicación ideológica del “bolivarianismo”, en lo que a agredir injusta y arteramente al Paraguay se refiere, ahora que empiezan a pagar los platos rotos del desaguisado que cometieron al destruir al Mercosur, iniciaron una nueva y peligrosa ofensiva política y diplomática antiparaguaya, esta vez disfrazada con modales más suaves pero con intenciones siempre de avasallarnos. 

La “banda de los cuatro”, integrada por los mandatarios “bolivarianos” Dilma Rousseff, CFK, José Mujica (todos en el centro, primera fila), y atrás el canciller chavista y actual vicepresidente ejecutivo de Venezuela, Nicolás Maduro, rodeados por los serviles “socialistas siglo XXI”, Evo Morales y Rafael Correa, en la reunión de presidentes del Mercosur en Mendoza, a fines de junio pasado, donde excluyeran arbitrariamente  al Paraguay del Mercosur e ilegalmente aceptaran a la Venezuela oprimida por el régimen chavista. Les acompañan los demócratas vergonzantes, los presidentes Sebastián Piñera y Ollanta Huma, y la canciller colombiana María Ángela Holguín Cuéllar (Foto difundida por “abc color”).


Esto se vuelve más peligroso ahora, cuando el dictador Hugo Chávez, asediado por la parca, designó a su tiburón sucesor (“delfín” no define al personaje), el vicepresidente ejecutivo Nicolás Maduro, quien mantiene su cargo de canciller de ese proyecto de opresión regional que es el “bolivarianismo”. Del termocéfalo de Nicolás (in)Maduro podemos esperar un renovado intervencionismo en nuestros asuntos internos, pues le gusta jugar rudo para agradar a su “único líder”, como lo demostrara con la complicidad de sus subordinados y cómplices criollos en el Palacio de López, durante la pasada crisis de Estado. Quienes defendemos la dignidad, soberanía e independencia del Paraguay como porción válida y futurible de humanidad, debemos estar muy atentos ahora, porque la obsesión de Maduro es capturar al Paraguay para regresarlo a la dominación chavista, la que no puede permitir una rebeldía semejante en “su” chiquero particular, que considera es nuestra región.

El (in)Maduro personaje, ya estaría negociando con una de las tan “alegres” como desprolijas “candidaturas” politiqueras en curso aquí, la de abril de 2013, e incluso preparando los maletines: en unos vendrán millones de dólares con intereses acumulados, si es necesario, y en otros lo destinado para el autodenominado “Ejército Paraguayo del Pueblo” (EPP). El (in)Maduro comodín de Chávez ya sabe que, en el Paraguay, sobre todo, nunca se debe jugar a una sola punta…

Del (in)Maduro a la inmadurez de Planalto e Itamaraty
Por medio de la tan vasta maniobra diplomática que se denuncia, además, los enemigos del Paraguay y de la humanidad pretenden deshacerse sin costo alguno del extraordinario embrollo político y diplomático, y también jurídico e internacional, que hizo estallar la crisis terminal del Mercosur, a costa de los legítimos intereses paraguayos. Sus perpetradores confiaron de manera irresponsable que la súbita marejada del despotismo regional, la de la crisis terminal del Mercosur (entre junio y agosto), ni les humedecería los pies a tales mercenarios complotados.

Esta arremetida nueva, la de la “negociación” actual, empieza en Brasilia, que tiene delirios de potencia mundial y no  es capaz de respetar sus propios compromisos establecidos en tratados y actos internacionales, que le obligan a un comportamiento responsable, y a desechar la vía del peligroso aventurerismo ideológico “socialista siglo XXI”. En este se embarcaron ensoberbecidos por los Marco Aurelio García, los de Planalto e Itamaraty, para pagar deudas con el déspota Chávez, hace poco reelegido en una muy desigual competencia “electoral”, al cabo de la cual comprobó que casi la mitad de los venezolanos votaron en contra de su modelo de despotismo castrista.

Pretenden los subordinados a Chávez, empezando por los genios de Brasilia, que regresemos sin más ni más al espacio jurídico y político erigido a partir del  Tratado de Asunción (1991), porque sus intereses así lo exigen, y para ello nos piden que cumplamos con la “prueba de amor” de solicitar nuestra reincorporación a ese ficticio proyecto de integración subregional al que terminaran de herir de muerte, pero aceptando el hecho consumado de la antijurídica incorporación de la Venezuela chavista al bloque.

Además, los desgobernantes vecinos, supuestamente amigos, pretenden que renunciemos a los justos resarcimientos y compensaciones que las leyes internacionales autorizan requerir a quienes nos agraviaron, a raíz de haber sido objeto el Paraguay de la violación de todos sus derechos consagrados en el ordenamiento jurídico imperante en el sistema mundial. El castigo fue decretado por el eje La Habana-Caracas, y cumplido diligentemente por sus cómplices paraguayos, el entonces presidente Fernando Lugo, su canciller Jorge Lara Castro y varios de los entornos palaciegos del “bolivarianismo” local, ahora en proceso de inevitable disgregación, a pesar de la “carta” (in)Maduro que acaba de jugar el dictador Chávez en Paraguay.

El Paraguay no salió, ellos se autoexcluyeron
En realidad, el Paraguay no tiene que regresar al Mercosur, de cuyo seno nunca salió. Muy por el contrario, quienes deben reintegrarse al esquema de integración subregional son Argentina, Brasil y Uruguay, y en otra dimensión también Venezuela, y el resto de la pandilla de los atracadores del Tratado de Asunción (1991), y de los protocolos de Ouro Preto (1994), de Ushuahia - Cláusula Democrática (1998) y de Olivos (2007), de las Cartas y demás normativas de los sistemas de la OEA y de la ONU (a partir de 1948), e incluso de la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados (1966).

Todo ello se tradujo en el más brutal desconocimiento de la soberanía e independencia paraguayas, y por ende de nuestra Carta Magna (1992), de que se tenga memoria, en los siglos XX y XXI, en este caso último de lo poco recorrido de él.

Las agresiones políticas y diplomáticas perpetradas por tanto “inmaduro” que anda suelto y con poder, ideológicamente orientadas por el “bolivarianismo”, nulos de nulidad absoluta, generaron daños intangibles y materiales al Paraguay, los cuales deben ser identificados y evaluados en todas sus dimensiones, incluyendo la económica, desde el momento en que sus actos antijurídicos y punibles por el derecho internacional lesionaron de extrema gravedad la soberanía e independencia nacionales y nuestra autodeterminación, supremos valores jurídicos y políticos que la Patria paraguaya, a lo largo de dos siglos, jamás consintió en subastar.

Al respecto, un medio de prensa escrita local informaba el domingo 14 que “Cualquier negociación para que el Paraguay vuelva al Mercosur debe basarse en el respeto pleno de nuestros derechos, aseguró ayer el ex canciller José Antonio Moreno Ruffinelli. Advirtió que el procedimiento no será sencillo, pero aclaró que no por eso se pueden relegar derechos soberanos que fueron avasallados” (http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/reingreso-al-mercosur-debe-partir-del-respeto-al-paraguay-afirma-excanciller-463890.html).

En la misma edición, y pocos días después del inevitable rechazo por el Senado paraguayo del mal denominado “Compromiso Democrático” de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), conocido por el público como “Ushuaia II” (Montevideo, diciembre de 2011), y que con justa razón el jurista compatriota Juan Carlos Mendonça pide que sea declarado inconstitucional (http://www.jlsimong.blogspot.com/2012/10/despues-del-rechazo-del-compromiso.html), el matutino también advertía: “En la Cámara de Diputados está pendiente un proyecto de ley presentado por el diputado colorado Cándido Aguilera, que propone dejar sin efecto la Ley 4398/11, que aprueba el ingreso del Paraguay a la Unasur. Eso significaría el retiro inmediato de nuestro país del bloque regional. El texto tuvo entrada y fue girado a comisiones de Asuntos Constitucionales y de Relaciones Exteriores, pero hasta ahora no tiene dictamen” (http://www. abc. com. py/edicion-impresa/politica/el-congreso-espera-para-pronunciarse-463891.html).

En coherencia con tales recomendaciones, se expresó también la cabeza del bloque paraguayo en el pomposamente denominado “Parlasur”: “El presidente de la delegación paraguaya en el Parlamento del Mercosur, Alfonso González Núñez (ANR), manifestó ayer (por el sábado 13) que el Gobierno debe supeditar un eventual retorno al Mercosur al reconocimiento explícito y documentado de la flagrante ilegalidad que guarda la exclusión de Paraguay del bloque” (http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/deben-reconocer-flagrante-ilegalidad-en-la-exclusion-463892.html).

La peregrinación regional de Patriota
Como se sabe, el tan inestable diplomáticamente ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, en los últimos diez días realizó una ronda regional de consultas, con los demás miembros del Mercosur, sobre las derivaciones de la jurídicamente nula y políticamente irresponsable e injusta separación del Paraguay grupo de integración, interpretación que no aceptan pero temen a sus consecuencias. Lo que la “historietografía” denominará alguna vez la “peregrinación platense y sudamericana de Planalto e Itamaraty”, realizada por Patriota, le obligó a reunirse con sus colegas del área, en Río de Janeiro primero, con el de Uruguay, Luis Almagro, y después en Santiago, con el chileno Alfredo Moreno.

La humillante tarea de atenuar para el Brasil (¡“potencia mundial”!) los costos del tsunami diplomático derivado del aventurerismo “bolivariano”, en un Paraguay que no lograron derrotar, culminó en Buenos Aires con el lenguaraz y mediático canciller Héctor Timerman, otro militante del “socialismo siglo XXI”, de los que celebran con lujo asiático y para nada proletario (el de los nuevos ricos “kirchneristas”) la boda de la adorada hija en Punta del Este, y sin problemas para obtener divisas, “revolucionariamente”, desde luego.

Ninguna de las cancillerías aludidas mencionó el contenido de las conversaciones entre los fingidos “arrepentidos” aunque todas confirmaron que uno de los temas de cada encuentro fue cómo salir del Waterloo chavista de la ignominiosa (para propiciadores y ejecutores) expulsión del Paraguay del Mercosur, pues de otra manera no puede considerarse su “suspensión” ordenada por Chávez, a un costo multimillonario, cercano a los diez mil millones de dólares, como ahora sabemos. Es lo que diera origen al nonato Merc-Unasur, que en realidad debiera denominarse Mercado Común del Tráfico “Bolivariano” de Influencias Regionales (Mercotrafbolre).

Defender la dignidad y el interés nacionales
Es comprensible que una Cancillería, cuando lo es de verdad, negocie primero entre cuatro paredes sus diferencias con otras, como ocurre en este caso. Pero una cuestión es la responsabilidad profesional con que debe conducirse prudentemente una negociación diplomática a varias puntas, y muy otra es el recurso a los despóticos, autocráticos y absolutistas “arcana imperii”, que contravienen uno de los principios del Estado de derecho democrático, el de la transparencia de sus actos y omisiones.

No deben olvidar el Palacio de López, y el actual ministro José Félix Fernández E. que todo lo que ellos firmen es “ad referendum”, lo cual equivale a decir que sin la posterior aprobación por el senado, lo que hayan decidido con seudopotencias extranjeras, si la mayoría reglamentaria considera que no defiende el interés y la dignidad nacionales del Paraguay, inevitablemente será rechazado. Si no lo creen, que le pregunten a Lugo.

Es por eso que el presidente Federico Franco y su canciller, hasta antes de la destitución constitucional y legítima del ex presidente, fieles a sus estilos tradicionales de navegar todas las aguas que convengan a sus ilimitadas ambiciones personales, deben tomar en cuenta lo que modestamente se les presenta ahora como un ayuda memoria:

No deben (i) negociar sin haber logrado consenso político y nacional sobre los umbrales mínimo y máximo entre los cuales el Paraguay estaría dispuesto a aceptar incluso un subregional “matrimonio por conveniencia”, pero sin lesionar nuestras dignidad e intereses nacionales; (ii) tampoco aceptar el “reingreso” del Paraguay al Tratado de Asunción, el que siempre respetamos, sino la posibilidad de continuar en el Mercosur siempre y cuando Argentina, Brasil y Uruguay reconozcan sus gravísimas violaciones perpetradas desde “Ushuaia II” y sobre todo a partir de Mendoza, la cumbre presidencial de fines de junio pasado, lo que equivale a decir que son tales países los que deben regresar al esquema integracionista; (iii) mucho menos reconocer como válido el “ingreso” de la Venezuela chavista, mientras el senado paraguayo persista en su justa y políticamente correcta decisión de oponerse a tamaño pisoteo de las leyes internacionales y de nuestra Constitución; (iv) tampoco deben ser mantenidas negociaciones secretas entre Asunción y Caracas, trianguladas por medio de Itamaraty, y de tan lamentable actuación en esta coyuntura, para evitar que el injerencismo “bolivariano” que fracasó con las FF AA paraguayas ahora se canalice por medio de multimillonarios aportes a la candidatura oficialista, que al parecer es lo que buscan los “liberales” de hoy, a objeto de iniciar desde el Palacio de López una suerte de continuismo, el de un “luguismo sin lugo”, por medio de la débil e intrascendente fórmula Alegre-Filizzola; y mucho menos, el Palacio de López y su canciller, deben (v) olvidar el reclamo de las justas compensaciones a las que tenemos derecho a raíz de las lesiones padecidas por el Paraguay como resultado del aquelarre “bolivariano” que explotó con el juicio político, pero que viene de muy atrás, y tampoco dejar esta oportunidad para exigir correcciones a las anteriores prácticas de poder sin cortapisas que desde un inicio ejercieran ilegal e ilegítimamente en el Mercosur los representantes de Brasilia y Buenos Aires en perjuicio del Paraguay y el Uruguay, en el marco de relaciones complejas de interdependencias muy asimétricas.

Si así no lo hicieren, sepan que la Patria paraguaya, a través de “nosotros, el pueblo”, sabremos exigirles que se hagan cargo de sus irresponsabilidades históricas al momento de defender, como están obligados a hacer siempre, los intereses nacionales y la dignidad del Paraguay. ¡No al ingreso indigno del Paraguay al Merc-Unasur, y a mantenernos firmes en el proceso de integración original, del que somos legítimos y únicos custodios, y al que los agresores del Paraguay deben reincorporarse sin la Venezuela chavista, reconociendo y haciéndose responsables de sus hechos antijurídicos y punibles, para que empecemos a revisarlo revisado minuciosamente, con auténtico espíritu integracionista, pues no debemos continuar aceptando sus irregularidades sistémicas ya comprobadas, que beneficiaron a Brasilia, sobre todo, y a Buenos Aires, subsidiariamente!



JLSG

Asunción, a lunes 15 de octubre de 2012