viernes, 29 de junio de 2012

BARZUN Y SU VISIÓN ACERCA DE LOS CAMBIOS DE PARADIGMA EN LA CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL

Jacques Barzun. 
Foto de thepassingtramp.blogspot.com

Los comentarios que siguen, se realizan a partir del libro de Jacques Barzun, Del Amanecer a la Decadencia (pp. 1141-1181) y donde el prestigioso escritor refiere que los diversos cambios que se suceden en el comportamiento social luego de ciertas revoluciones en el pensamiento, donde el hombre empieza a relacionarse con las libertades o un supuesto de “democracia” específicamente en occidente.
La lucha permanente por buscar una cierta emancipación de los señores feudales, que pudiesen ser estos gobiernos monárquicos, anárquicos, imperios, autoritarios etc, escapando de yugos que para el pueblo sentían ser opresores.
El occidente se caracterizó por sus tremendas revoluciones en cuanto a cambios de pensamientos, donde las ideologías pasaron a ser parte importante y luego las prácticas de arduos trabajos en busca de la constante producción, las reformas de Lutero abrieron diferencias con la heterodoxia católica, generando nuevas ideas de progreso fundados en en el trabajo y la producción de riqueza, el capitalismo surge como una maquina generadora y las fuerzas se desnivelan totalmente las voluntades populares. No obstante esa fuerza generadora empieza a producir cambios inmensos en el desarrollo especialmente en las sociedades de occidente, los países impulsados en riqueza, conocimientos fundan su poderío y rápidamente absorben culturas más débiles contagiándolos con nuevas visiones y formas de consumo.
De estas modificaciones de un tiempo a esta parte el autor referencia ciertas críticas en los diversos comportamientos sociales que adoptan las personas, que a su modo de interpretación pueden ser aceptadas y otras cuestionables desde este punto, puesto que la naturaleza del ser es siempre la de ir buscando, experimentando, evolucionando y ciertas criticas quedarían un tanto desfasadas y teniendo poca comprensión a los diferentes modos de pensar, educar, pensar,actuar, trabajar, en ese sentido el autor emite comentarios muy negativistas inclusive refiriendo que la humanidad esta llegando a su fin. “En el libro se anunciaba que la sexta de las siete edades de la humanidad estaba llegando a su fín y se incluían algunas páginas en blanco para registrar cualquier cosa de interés que pudiera ocurrir antes que llegaran los últimos días. Como sabemos, lo que tuvo lugar después fue la apertura del Nuevo Mundo y todas las innovaciones que esto suscitó; lo cual apenas puede considerarse un final. Con este riesgo en mente, quiero dejar sentado lo que a mí me parece posible que ocurra cunado nuestra propia época llega a su fín”.1
Entre algunas cosas el cual el autor cuestiona podemos referenciar estos puntos.
- Critica la forma de vestir de cierta época con pantalones desgarrados, ruedos descocidos, camisas con mangas desabotonadas, fuera de los pantalones con sacos con parches. Es cierto que es una manera de mostrar un desacuerdo con ciertas tendencias ortodoxas pero no deja de ser parte de ese cambio que sufre esa sociedad y expresa de esa manera romper el molde en el cual vivía, enseñando también cual sería los siguientes pasos, o acaso cuando tratamos de crear algo no estamos armando y desarmándolo hasta buscar el ideal.
- Critica los inevitables cambios que generan la modernidad, en donde las personas tienden a tener más necesidades de saciar su comodidad, el cual no debe ser visto como algo malo, nombra la proliferación de tiendas que producen comidas elaboradas en cada esquina, actitudes de comer en la calle, plazas o frente a comercios lo cual cree que es indebido. La población humana creció, las necesidades son diversas, los conocimientos cambiaron y porque no utilizarlos para mejorar la calidad de vida.
- Cambiaron las costumbres de asistir a teatros donde se exponían verdaderos actos de sabiduría en la tablas, el arte caminaba de la mano de ilustres creativos como fueron Shaeskeapeare, siendo suplantados hoy por diversos espectáculos de diferentes índoles como deportes que conglomeran cantidades de espectadores, el fútbol, el hockey, el basquetbol, haciendo paralelismo con la antigua Roma donde “El coliseo” no tenía comparación.
- Los estudiantes actuales que optaban por especialidades especificas en cada areas, que las denomina pequeños fragmentos del conocimiento, dejando de lados “artes liberales” es cierto que la educación se desmembró mucho, pero dentro de su necesidad porque la evolución así lo pide.
Pone en desacuerdo el ingenio de creatividad por parte de jóvenes, por cantar, dibujar, versificar, hacer símiles, ya que la palabra creativo solo se reserva al “ingenio”. Acaso desapareció el ingenio? La tecnología es una de ellas y nadie sabe que puede pasar más, y son jóvenes las que las ingenian.
- La publicidad, cine, revistas necesitaban imágenes de cuerpos desnudos con posturas seductoras para captar y mantener la atención del público, alegaba el camino a la introducción de la pornografía infundada con la libertad de expresión y leyes protectoras.
Dice que el mayor daño que ocasiona la revolución sexual es en la escuela donde se exponía al estudiante los conocimientos sobre cuidados de enfermedades de trasmisión, educación preventiva de embarazos o higiene, porque eso distraía su atención y orientaba sus imaginaciones y deseos hacia otros lados.
- La erudición era pedantería vestida de algo incomprensible. Se refiere a los abogados que existe en dos tipos “los valiosos y los despreciables” aludiendo una máxima shaeskpeareana de “matemos a todos los abogados” que convirtió en un tópico.
- Tampoco el periodismo escapa, donde dice el imparcialismo predomina, agregando opiniones personales a la verdad, en su afán de seudo investigador invadía la intimidad tipeando lo que al periodista le pareciese correcto, siempre escudándose en la libertad de opinión, pidiendo inmunidad.
- La creciente contingencia de personas enganchadas a internet que alumbra el futuro prometedor, pero que no llenan ni la más minima de las espectativas y que los sistemas anteriores de organización son insustituibles e infalibles, porque la red puede caer un dia y terminar todo.
- Dice que es deplorable el efecto de autoconciencia en toda la sociedad, en virtud de una convención redactada a toda prisa y relacionada con el ideal de independencia femenina.
A tal punto sobre la comercialización de medicamentos para generar la erección masculina que fue acechada y apoderada rápidamente por jóvenes sanos y mujeres en busca de un sustituto para mayor incremento sexual, sin tener en cuenta que solo se debe contener el deseo para poder renovarlo.
- En occidente la educación se hechó a perder por culpa de unos métodos inadecuados para ese propósito, unos cursos absurdos para el profesorado, la aversión al trabajo duro, el gusto por las maquinitas y los esfuerzos por reproducir y transformar el mundo exterior.
Reflexión personal.
En fín desde el punto de vista del autor y respetando su trayectoria y conocimientos creo que no quiere dejar morir ese tipo de ideal de vida que fue sucumbiendo a consecuencia de los diversos cambios de la civilización.
Creo que en partes tiene razón en sus críticas, pero con mucha exageración, defiende algo que ya no puede defenderse la evolución sigue y creo que hubieron más cambios positivos que negativos, que él cree lo contrario y que la humanidad está llegando a su fin.
Claro, el vivió una época, pero dentro de esa época, o en épocas anteriores también tenían sus falencias y debilidades, no siempre fue perfecta la humanidad, pero hoy somos más de siete mil millones, y es evidente que ya nada será igual. Pero se debe rescatar los avances en cuanto a convivencia y desarrollo, siempre con sus limitaciones y excepciones, pero decimos; el mundo nunca tuvo un periodo de perfección.
Se respeta la critica del autor, pero creo un tanto injusta en su percepción de futuro al cual ni jugó un pensamiento positivo, como en contrapartida otros autores de la ciencia hacen referencia.
La sociedad es una ciencia inexacta y por ello siempre estará sujeto a modificaciones, pero por ello no terminará.



1 Barzún Jacques, Del amanecer a la decadencia, pag.1180.

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