Escribe José A. Valenzuela Fernández
Sartori en su libro, “Teoría de la democracia”, cree que en varios países del mundo, la democracia es más que nada una democracia electoralista. Es decir en la que los ciudadanos habilitados para votar, eligen sus representantes en comicios. Sostiene que el único momento en que “el pueblo” hace las veces de gobernante, realmente, es en época de pujas electorales. Después de esto, son gobernados por sus representantes. Resulta el ganador de toda elección, aquel que logra un consenso de la mayoría. Podemos decir que la voluntad consensuada a través del voto, concede a los gobernantes la legitimidad para regir el destino de todo el “pueblo” -en este sentido, toda la gente de un poblado o país-. Y la legitimidad1 de los mandatarios implica no solamente que está en consonancia con las leyes, sino que también lleva implícita el consentimiento genuino de los electores (todos, mayorías y minorías) para gobernar .
Ahora bien, las preguntas ciudadanas más frecuentes, luego de los eventos conocidos como After Office Revolucionario y Masacre de Curuguaty son: ¿Realmente hemos elegido a todos nuestros “representantes” en los poderes legislativo y ejecutivo? ¿Son legítimos nuestros “representantes”? ¿Es esta la “democracia” que habrá de generar bienestar público?
En un sistema de listas cerradas, también conocido como listas sábanas, está claro que no elegimos volitivamente a ciertos parlamentarios. En cambio, si analizamos el caso de la dupla presidencial Lugo-Franco, notamos que sí fueron electos libre y volitivamente en comicios electorales frente a otras listas. Veamos esto con mayor detenimiento, el nombre e imagen del actual presidente aparecían en las papeletas de votación. Los electores tomaron la decisión soberana de elegirlo Presidente de la República del Paraguay para el periodo 2008-2013. Dicho de otro modo, es el legítimo representante del poder ejecutivo, legal, libre y volitivamente electo en comicios generales para gobernar en representación del pueblo. Que tal elección no haya respondido a las expectativas es otra cuestión para analizar.
Asimismo, entendamos que si no elegimos en acto libre y volitivo, a tantos diputados y senadores, entonces no son legítimos por más de que se ajusten a las reglas de la Constitución Nacional y las leyes electorales. Éstas son condición necesaria, no lo discuto, pero no son condición suficiente, dado que los legisladores referenciados, no son genuinos representantes del pueblo por operar en detrimento del bien común. ¿Cuántos efectivamente votaron para que los Magdaleno Silva o para que los “Cale” Galaverna y otros igualmente repudiables, nos representen en el Congreso? Claro que sí existen honrosas excepciones entre diputados y senadores, pero no son mayoría frente a quienes se oponen al desbloqueo de las listas sábana,en gran medida, éstos son los exponentes más podridos de la politiquería local.
Esta no es una democracia que genera bienestar público, si varios de los legisladores responden a intereses económicos de alguna oligarquía y/o intereses personales. No es la democracia que propicia desarrollo económico-social, si el presidente es incompetente en la toma de decisiones y en la designación de ministros y colaboradores igualmente pusilánimes. Nuestra democracia es de baja y mala calidad.
Sartori también hablaba de la Democracia Participativa. Yo creo que es viable hoy por hoy, y más que nunca, con la emergencia de las nuevas tecnologías que hacen posible la construcción de opinión pública, muchas veces sin intermediación de la prensa que hasta hace poco decidía que se debía saber y que no.
Es indiscutible que se genera opinión pública desde el espacio virtual que ofrece Internet. Estamos hablando de la opinión pública nacida ya de los nativos digitales. Personas que no tienen ningún problema para publicar su vida en fotos y pensamientos. ¿Qué les impediría sentar posturas políticas y manifestarse en consecuencia? Yo creo que es la opinión pública capaz de desarticular el patrimonialismo, prebendario, clientelista.
En Paraguay, quizás siguiendo una tendencia mundial, tenemos nuestro grupo de jóvenes indignados con capacidad de convocatoria. Los After Office Revolucionarios, catalizaron el descontento generalizado por la ausencia de representatividad en varios exponentes del poder legislativo. La pregunta es: ¿Qué proyección tendrán los indignados en el Paraguay? Responderemos en las últimas líneas de este ensayo.
Analicemos, mientras, los acontecimientos del viernes último. Los sucesos titulados por la prensa como “La masacre de Curuguaty” son entendidos por unos, como responsabilidad directa de la ineptitud, inoperancia y negligencia del ex-ministro del interior, el médico, Carlos Filizzola. En ese mismo sentido, se acusa al Presidente y a su entorno de apoyar las invaciones de propiedades privadas.
Por otra parte, se hace referencia a las tierras malhabidas del Ex-senador “colorado” Blas N. Riquelme en la zona de conflicto en Canindeyú. Esto nos recuerda un largo historial de injustica social proveniente de la sistematización del patrimonialismo prebendario, asistencialista y clientelar en nuestro país de parte del gobierno dictatorial del General Alfredo Stroessner Matiauda (1954-1989). Expuesto de otro modo, el conflicto de las iniquidades sociales por la tierra, no empezó con este gobierno y lo más probable es que no se resuelva en él. (Más detalles)
En mi opinión, es de rigor que se consiga el desbloqueo de listas para que podamos elegir en el 2013 legítimos y genuinos representantes en los poderes legislativo y ejecutivo. Y a partir de allí, también se podrá renovar el poder judicial. Los problemas que nos agobian sólo podrán solucionarse con representantes que sí nos representen. El desbloqueo de listas es necesario.
Es momento de pensar desapasionada y racionalmente en lo mejor para el país. Por más que lo deseemos, no es conveniente un juicio político ahora y en este momento al presidente, dado que con ello se polarizarían aún más los ánimos. ¿Quién(es) podría(n) no desear que se realizaran las elecciones generales en el 2013? ¿A quién(es) podría(n) beneficiar un clima de guerra civil?. Asumamos que grupos político-criminales como el EEP podrían aprovechar la oportunidad para verter más sangre. Tampoco debemos olvidar que Fernando Lugo es el primer mandatario legal y legítimo de transición en un gobierno no colorado. Sería dar un golpe letal y definitivo a nuestra inmadura democracia, destituir ahora al irresponsable progenitor y apóstata del sacerdocio. En este momento no creo sea lo más conveniente.
En consecuencia, el grupo de indignados deber ser propositivo, o sea, debe plantear y promover los cambios que requerimos a través de la participación ciudadana, creando genuina opinión pública. La proyección es alentadora en este sentido, y ojalá no se diluya por obscuros intereses que no desean la construcción de ciudadanía.
Finalmente, lamentamos profundamente la muerte de policías y campesinos en Canindeyú. La violencia no es el camino para resolver conflictos. El luto de las familias afectadas no redujo las iniquidades sociales ni generó bienestar económico-social. Sólo la participación ciudadana y la elección de legítimos representantes podrá cimentar el Paraguay diferente que todos deseamos.
1 Definición de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?
TIPO_BUS=3&LEMA=leg%EDtimo
TIPO_BUS=3&LEMA=leg%EDtimo
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
SARTORI, G. 1987. Teoría de la democracia. Madrid: Alianza. T1. V 1. 305 p.
SARTORI, G. 1987. Teoría de la democracia. Madrid: Alianza. T1. V 2. 314 p.
DURÉ, J. 2012. Evolución del Patrimonialismo en el Paraguay desde los inicios del gobierno de Stroessner hasta el s. XXI.disponible en http://e-juanca.blogspot.com/2012/06/evolucion-del-patrimonialismo-en-el.html
DURÉ, J. 2012. Evolución del Patrimonialismo en el Paraguay desde los inicios del gobierno de Stroessner hasta el s. XXI.disponible en http://e-juanca.blogspot.com/2012/06/evolucion-del-patrimonialismo-en-el.html
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